Éxodo 31

Éxodo 31:2

Mira, yo he llamado por su nombre á Bezaleel, hijo de Uri, hijo de Hur, de la tribu de Judá;

Éxodo 31:3

Y lo he henchido de espíritu de Dios, en sabiduría, y en inteligencia, y en ciencia, y en todo artificio,

Éxodo 31:5

Y en artificio de piedras para engastarlas, y en artificio de madera; para obrar en toda suerte de labor.

Éxodo 31:6

Y he aquí que yo he puesto con él á Aholiab, hijo de Ahisamac, de la tribu de Dan: y he puesto sabiduría en el ánimo de todo sabio de corazón, para que hagan todo lo que te he mandado:

Éxodo 31:7

El tabernáculo del testimonio, y el arca del testimonio, y la cubierta que está sobre ella, y todos los vasos del tabernáculo;

Éxodo 31:8

Y la mesa y sus vasos, y el candelero limpio y todos sus vasos, y el altar del perfume;

Éxodo 31:10

Y los vestidos del servicio, y las santas vestiduras para Aarón el sacerdote, y las vestiduras de sus hijos, para que ejerzan el sacerdocio;

Éxodo 31:11

Y el aceite de la unción, y el perfume aromático para el santuario: harán conforme á todo lo que te he mandado.

Éxodo 31:13

Y tú hablarás á los hijos de Israel, diciendo: Con todo eso vosotros guardaréis mis sábados: porque es señal entre mí y vosotros por vuestras edades, para que sepáis que yo soy Jehová que os santifico.

Éxodo 31:14

Así que guardaréis el sábado, porque santo es á vosotros: el que lo profanare, de cierto morirá; porque cualquiera que hiciere obra alguna en él, aquella alma será cortada de en medio de sus pueblos.

Éxodo 31:15

Seis días se hará obra, mas el día séptimo es sábado de reposo consagrado á Jehová; cualquiera que hiciere obra el día del sábado, morirá ciertamente.

Éxodo 31:16

Guardarán, pues, el sábado los hijos de Israel: celebrándolo por sus edades por pacto perpetuo:

Éxodo 31:17

Señal es para siempre entre mí y los hijos de Israel; porque en seis días hizo Jehová los cielos y la tierra, y en el séptimo día cesó, y reposó.

Éxodo 31:18

Y dió á Moisés, como acabó de hablar con él en el monte de Sinaí, dos tablas del testimonio, tablas de piedra escritas con el dedo de Dios.