1. PALABRAS del Predicador, hijo de David, rey en Jerusalem.
2. Vanidad de vanidades, dijo el Predicador; vanidad de vanidades, todo vanidad.
3. ¿Qué provecho tiene el hombre de todo su trabajo con que se afana debajo del sol?
1. DIJE yo en mi corazón: Ven ahora, te probaré con alegría, y gozarás de bienes. Mas he aquí esto también era vanidad.
2. A la risa dije: Enloqueces; y al placer: ¿De qué sirve esto?
3. Propuse en mi corazón agasajar mi carne con vino, y que anduviese mi corazón en sabiduría, con retención de la necedad, hasta ver cuál fuese el bien de los hijos de los hombres, en el cual se ocuparan debajo del cielo todos los días de su vida.
1. PARA todas las cosas hay sazón, y todo lo que se quiere debajo del cielo, tiene su tiempo:
2. Tiempo de nacer, y tiempo de morir; tiempo de plantar, y tiempo de arrancar lo plantado;
3. Tiempo de matar, y tiempo de curar; tiempo de destruir, y tiempo de edificar;
1. Y TORNÉME yo, y vi todas las violencias que se hacen debajo del sol: y he aquí las lágrimas de los oprimidos, y sin tener quien los consuele; y la fuerza estaba en la mano de sus opresores, y para ellos no había consolador.
2. Y alabé yo los finados que ya murieron, más que los vivientes que hasta ahora están vivos.
3. Y tuve por mejor que unos y otros al que no ha sido aún, que no ha visto las malas obras que debajo del sol se hacen.
1. CUANDO fueres á la casa de Dios, guarda tu pie; y acércate más para oir que para dar el sacrificio de los necios: porque no saben que hacen mal.
2. No te des priesa con tu boca, ni tu corazón se apresure á proferir palabra delante de Dios; porque Dios está en el cielo, y tú sobre la tierra: por tanto, sean pocas tus palabras.
3. Porque de la mucha ocupación viene el sueño, y de la multitud de las palabras la voz del necio.
1. HAY un mal que he visto debajo del cielo, y muy común entre los hombres:
2. Hombre á quien Dios dió riquezas, y hacienda, y honra, y nada le falta de todo lo que su alma desea; mas Dios no le dió facultad de comer de ello, sino que los extraños se lo comen. Esto vanidad es, y enfermedad trabajosa.
3. Si el hombre engendrare ciento, y viviere muchos años, y los días de su edad fueren numerosos; si su alma no se hartó del bien, y también careció de sepultura, yo digo que el abortivo es mejor que él.
1. MEJOR es la buena fama que el buen ungüento; y el día de la muerte que el día del nacimiento.
2. Mejor es ir á la casa del luto que á la casa del convite: porque aquello es el fin de todos los hombres; y el que vive parará mientes.
3. Mejor es el enojo que la risa: porque con la tristeza del rostro se enmendará el corazón.
1. ¿QUIÉN como el sabio? ¿y quién como el que sabe la declaración de las cosas? La sabiduría del hombre hará relucir su rostro, y mudaráse la tosquedad de su semblante.
2. Yo te aviso que guardes el mandamiento del rey y la palabra del juramento de Dios.
3. No te apresures á irte de delante de él, ni en cosa mala persistas; porque él hará todo lo que quisiere:
1. CIERTAMENTE dado he mi corazón á todas estas cosas, para declarar todo esto: que los justos y los sabios, y sus obras, están en la mano de Dios; y que no sabe el hombre ni el amor ni el odio por todo lo que pasa delante de él.
2. Todo acontece de la misma manera á todos: un mismo suceso ocurre al justo y al impío; al bueno y al limpio y al no limpio; al que sacrifica, y al que no sacrifica: como el bueno, así el que peca; el que jura, como el que teme el juramento.
3. Este mal hay entre todo lo que se hace debajo del sol, que todos tengan un mismo suceso, y también que el corazón de los hijos de los hombres esté lleno de mal, y de enloquecimiento en su corazón durante su vida: y después, á los muertos.
1. LAS moscas muertas hacen heder y dar mal olor el perfume del perfumista: así una pequeña locura, al estimado por sabiduría y honra.
2. El corazón del sabio está á su mano derecha; mas el corazón del necio á su mano izquierda.
3. Y aun mientras va el necio por el camino, fáltale su cordura, y dice á todos, que es necio.
1. ECHA tu pan sobre las aguas; que después de muchos días lo hallarás.
2. Reparte á siete, y aun á ocho: porque no sabes el mal que vendrá sobre la tierra.
3. Si las nubes fueren llenas de agua, sobre la tierra la derramarán: y si el árbol cayere al mediodía, ó al norte, al lugar que el árbol cayere, allí quedará.
1. Y ACUÉRDATE de tu Criador en los días de tu juventud, antes que vengan los malos días, y lleguen los años, de los cuales digas, No tengo en ellos contentamiento;
2. Antes que se oscurezca el sol, y la luz, y la luna y las estrellas, y las nubes se tornen tras la lluvia:
3. Cuando temblarán los guardas de la casa, y se encorvarán los hombres fuertes, y cesarán las muelas, porque han disminuído, y se oscurecerán los que miran por las ventanas;