Salmos 105:1
ALABAD á Jehová, invocad su nombre: haced notorias sus obras en los pueblos.
ALABAD á Jehová, invocad su nombre: haced notorias sus obras en los pueblos.
Cantadle, cantadle salmos: hablad de todas sus maravillas.
Gloriaos en su santo nombre: alégrese el corazón de los que buscan á Jehová.
Buscad á Jehová, y su fortaleza: buscad siempre su rostro.
Acordaos de sus maravillas que hizo, de sus prodigios y de los juicios de su boca,
Oh vosotros, simiente de Abraham su siervo, hijos de Jacob, sus escogidos.
El es Jehová nuestro Dios; en toda la tierra son sus juicios.
Acordóse para siempre de su alianza; de la palabra que mandó para mil generaciones,
La cual concertó con Abraham; y de su juramento á Isaac.
Y establecióla á Jacob por decreto, á Israel por pacto sempiterno,
Diciendo: A ti daré la tierra de Canaán por cordel de vuestra heredad.
Esto siendo ellos pocos hombres en número, y extranjeros en ella.
Y anduvieron de gente en gente, de un reino á otro pueblo.
No consintió que hombre los agraviase; y por causa de ellos castigó los reyes.
No toquéis, dijo, á mis ungidos, ni hagáis mal á mis profetas.
Y llamó al hambre sobre la tierra, y quebrantó todo mantenimiento de pan.
Envió un varón delante de ellos, á José, que fué vendido por siervo.
Afligieron sus pies con grillos; en hierro fué puesta su persona.
Hasta la hora que llegó su palabra, el dicho de Jehová le probó.
Envió el rey, y soltóle; el señor de los pueblos, y desatóle.
Púsolo por señor de su casa, y por enseñoreador en toda su posesión;
Para que reprimiera á sus grandes como él quisiese, y á sus ancianos enseñara sabiduría.
Después entró Israel en Egipto, y Jacob fué extranjero en la tierra de Châm.
Y multiplicó su pueblo en gran manera, é hízolo fuerte más que sus enemigos.
Volvió el corazón de ellos para que aborreciesen á su pueblo, para que contra sus siervos pensasen mal.
Envió á su siervo Moisés, y á Aarón al cual escogió.
Pusieron en ellos las palabras de sus señales, y sus prodigios en la tierra de Châm.
Echó tinieblas, é hizo oscuridad; y no fueron rebeldes á su palabra.
Volvió sus aguas en sangre, y mató sus pescados.
Produjo su tierra ranas, aun en las cámaras de sus reyes.
Dijo, y vinieron enjambres de moscas, y piojos en todo su término.
Volvió en su tierra sus lluvias en granizo, y en fuego de llamaradas.
E hirió sus viñas y sus higueras, y quebró los árboles de su término.
Dijo, y vinieron langostas, y pulgón sin número;
Y comieron toda la hierba de su país, y devoraron el fruto de su tierra.
Hirió además á todos los primogénitos en su tierra, el principio de toda su fuerza.
Y sacólos con plata y oro; y no hubo en sus tribus enfermo.
Egipto se alegró de que salieran; porque su terror había caído sobre ellos.
Extendió una nube por cubierta, y fuego para alumbrar la noche.
Pidieron, é hizo venir codornices; y saciólos de pan del cielo.
Abrió la peña, y fluyeron aguas; corrieron por los secadales como un río.
Porque se acordó de su santa palabra, dada á Abraham su siervo.
Y sacó á su pueblo con gozo; con júbilo á sus escogidos.
Y dióles las tierras de las gentes; y las labores de las naciones heredaron:
Para que guardasen sus estatutos, y observasen sus leyes. Aleluya.